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viernes, 30 de septiembre de 2011

Subida al Yelmo (La Pedriza)

Esta mañana, Germán, David, Raúl, Sanjuan, Nacenta y yo hemos ido a hacer senderismo a la Padriza, en la cordillera central, situada en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama.
A las 9 y media nos hemos reunido en la UAM y juntos en un par de coches nos hemos ido direccion Hoyo de Manzanares.
Este viaje ya ha sido propiamente una aventura pues no sabiamos exactamente como llegar, y juntos con el salero y el desparpajo que gozan algunos de mis compañeros, el viaje se hizo muy ameno. En una hora aproximadamente ya estabamos en la sierra.
Comenzamos nuestra pequeña aventura en el aparcamiento, y fiandonos de German, el unico que "conocia" la ruta, nos dirigimos hacia el risco del Yelmo.
El camino continua por senderos sinuosos y mientras contemplabamos el paisaje rocoso propio de una obra de Tolkien. La subida se nos hizo larga hasta que no divisamos la meta, un paraboloide blanco invertido que se levantaba ante nosotros.
Segun nos acercabamos a la torre blanca el paisaje se iba escarpando más, teniendo que atravesar las rocas para hacer el camino mas vertical, y alternando la caminata con sesiones de fotos para verificar nuestra experiencia.
Llegados al pie del risco, lo rodeamos hasta la cara noreste, las más apta para los senderistas (las otras requieren equipos de escalada...). Improvisamos una nueva ruta hasta la grieta de subida, con la que atajamos un trozo de camino.

En la entrada de la grieta dejamos las mochilas y tras los consejos de German para escalar, nos adentramos en la tierra. Con tecnicas de chimenea subimos con mas o menos facilidad hasta la cima, desde donde pudimos contemplar todo el paisaje de montaña en el que estabamos, bueno, casi todo porque una pequeña neblina no nos permitia ver mas alla del embalse de Santillana. Sesion de fotos y abajo.
La bajada nos deja algo mas de improvisacion (si, nos perdimos) y ante la regla de no volver atras, seguimos hacia abajo por el paraje rocoso. Y despues de comer, y dar de comer a unas cuantas avispas... muy majas ellas... seguimos hasta el aparcamiento, yo algo mas sufrido que el resto pues me torci el tobillo en la bajada. Para variar...
Suerte que el grupo de trekking lo tuvo en cuenta y me echaron una mano, a lo que tengo que añadir: Gracias!
A continuacion, despues de hidratarnos de nuevo en el bar del aparcamiento, cogimos los coches de retorno a la civilizacion.
Una grata experiencia que espero se repita pronto.

1 comentario:

  1. Felicidades! algo así facían os do movemento de renovación pedagóxica hai 100 anos!

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